Las orejas pegadas a la tierra húmeda,
llena de hojas de otoño caidas caliente,
escuchando el sonido del agua que fluye a través de los canales de la naturaleza,
me enseñó a amar el pájaro que yo pensaba que era una aburrida
(me desperté a las seis, con su sinfonía!).
A entender el tacto que sedujo mi cuerpo suave.
¿Quién debe la gracia de sonrisa amplia, abierta y fácil. El arte de beber en público. El arte de dejar que yo?
Él me dijo sobre esto, eso y la otra, todos los secretos que conocen el miedo
y aún oigo el sonido de su voz susurrando cosas
al mismo tiempo descaradamente
a cabo con los dedos ágiles vergüenzaba los rincones de mi cuerpo frío, triste.
- Y me ha dicho "eres bella, bella Eres, Eres Perfecta! "–
Y yo, flotando en el espacio vacío de la inquietud - nubes que se denomina deseo - que creía!
.
Que dormía con el teléfono pegado a la cama "por si acaso”
necesito ayuda en las noches de insomnio, me atormentaba maldita ...
y se llevaron todas las pesadillas, la noche aterradora, cuando el viejo colchón se daba vueltas en la orilla.
( Una vez cortado el dedo con un cuchillo oxidado con el que he preparado una comida asquerosa…
- "Te la Hice yo!" – cómela¡
Luego golpeó mi rutina con otro cuchillo y me robó el arte.
Cerca de la posesión, era el peligro.
Corrí ligeramente...
Y el resto de mí se puede realizar en tal urnas redondeadas y se extendier en el suelo,
que aunque pasó la lengua, donde yo, yo caminaba.
OM
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